"No hay una sola forma de solucionar o
enfrentar un problema, las alternativas de
solución pueden ser múltiples."
Imagen recuperada de https://3.bp.blogspot.com/-0jvYK9Jbm7c/Vt-ewMXw52I/
"En la vida diaria se enfrentan problemas, algunos de ellos fáciles y otros más difíciles de solucionar, sin embargo, su resolución en ocasiones depende de la misma concepción que la persona tenga frente a qué es un problema. Es así como una persona, al convencerse de que puede aprovechar los acontecimientos para su propio desarrollo, puede hacer mejor uso de los recursos de que dispone para afrontarlos. Para quitarle a las situaciones el carácter de catastrófico se requiere que la persona evalúe la situación teniendo en cuenta todos sus elementos y hacer apreciaciones más ajustadas a la realidad o reinterpretarlas de otra manera.
Todas las personas pueden aprender una nueva manera de solucionar sus problemas si logran implementar el método de resolución de conflictos. Se pretende, pues, que luego de este proceso estén en capacidad de comprender una situación problema, analizarla y generar alternativas de solución tendientes a resolverlo. Igualmente, la comprensión del método facilitará el apoyo que puedan brindar los padres y las madres a sus hijos cuando se enfrenten a situaciones conflictivas en su cotidianidad. Para llevar a cabo el proceso de resolución de conflictos hay que tener en cuenta cinco componentes, que al aplicarlos adecuadamente a un conflicto particular, aumentan la posibilidad de encontrar la alternativa de solución más efectiva.
Los cinco componentes se muestran a continuación:
- Orientación del conflicto: lo primero que se debe hacer para resolver un problema es definir e identificar las situaciones de conflictos interpersonales. Los problemas de la mayoría de las personas se relacionan con el trabajo, la situación económica, la salud, las relaciones sociales y la vida familiar. Pensar en cada uno de estos aspectos de la vida es útil para identificar el área en la que actúa con menos eficacia y tiene mayor número de problemas.
- Formulación y definición del conflicto: el segundo componente de la resolución de conflictos es describir de una manera concreta y operativa el problema y su alternativa de solución habitual. Para lograr esta descripción se debe evitar el uso de términos vagos o ambiguos.
- Elaboración de soluciones alternativas: la tarea principal durante esta etapa es generar posibles alternativas de solución apropiadas para el problema, y hacerlo de tal manera que la respuesta más eficaz se encuentre probablemente entre las alternativas que se piensan.
- Toma de decisiones: luego de contar con varias alternativas de solución, se pasa a imaginar sus consecuencias, con el fin de seleccionar la mejor solución. En algunas situaciones se hace esto de forma rápida y automática, mientras que en otras hay que hacer un esfuerzo para anticipar conscientemente las consecuencias de la solución. En uno u otro caso, esta parte del proceso de resolución de conflictos será muy útil cuando se practique de una manera concienzuda, rigurosa y consciente.
- Implementación de la solución y verificación: en esta etapa del proceso de resolución de conflictos, cuando se han analizado las exigencias de la situación, se han determinado las diversas posibilidades de acción y se ha tomado una decisión con base en la evaluación de las consecuencias, la etapa final es crucial porque es la hora de actuar. Se tiene una alternativa nueva para una situación problemática" (Presidencia de la República de Colombia, Universidad de Antioquia, Constructores de paz en el hogar: Programa para la prevención de la violencia intrafamiliar en familias con personas en proceso de reintegración de grupos armados ilegales. 2011)
Angélica María Hernández Castro
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